LA POBLACIÓN ROHINGYA EN #DESPLAZADASPORELMUNDO

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En #DESPLAZADASPORELMUNDO nos trasladamos a Myanmar ( “Birmania”), un país de aproximadamente 52 millones de habitantes que vive inmerso en la violencia sectaria desde hace años hacia la población del grupo étnico rohingya.

La población rohingya forma un grupo étnico, nativo de la región, de alrededor de un millón de personas que se sitúan mayoritariamente en el estado de Rajine, antes conocido como Arakan, en el oeste de Birmania.

A pesar de vivir durante décadas en territorio birmano el estado les considera como migrantes musulmanes de Bangladesh, país vecino, que cruzaron a Myanmar durante la ocupación británica, con lo cual son tratados como inmigrantes bengalíes. El Estado birmano no les considera como ciudadanos de Myanmar y además no tienen reconocimiento como grupo étnico. Ser rohingya además supone no tener libertad de movimiento.

El grupo rohingya profesa la religión musulmana, a diferencia del 90% de la población birmana, que profesa el budismo y es por ello que es perseguido. La ONU lo ha llegado a describir como un pueblo “sin estado” y “virtualmente sin amigos” ni en su continente.

Desde 2012 se han agudizado los eventos de violencia y persecución política contra esta población por lo que miles de rohingya han decidido irse a otros países por tierra o bote, con los peligros que esto supone.

Las autoridades de Myanmar emprendieron una terrible campaña de limpieza étnica hace casi un año, el 25 de agosto de 2017, como respuesta a los ataques del grupo armado Ejército de Salvación Rohingya de Arakán la cual provocó numerosas muertes y desplazamientos. Según datos de la ONU el número de personas refugiadas en Bangladesh superó las 700.000 desde el 25 de agosto de 2017.

En Bangladesh las personas refugiadas rohingyas viven en condiciones muy precarias, dependiendo de organizaciones no gubernamentales que les presta ayuda humanitaria. Además a estas condiciones de vida infrahumanas se le suma el paso de monzones por la zona, lo cual provoca la inundación de los campos de refugiados/as en los que viven.

Desde enero 2018 se han intensificado las demoliciones de pueblos rohingyas en el estado de Rajine para construir nuevas estructuras para las fuerzas de seguridad, carreteras, etc, lo que reduce las probabilidades de que las personas refugiadas regresen a sus hogares. Actualmente el paisaje es irreconocible y se teme que las autoridades estén destruyendo pruebas de crímenes de lesa humanidad cometidos contra la población rohingya, lo cual podría obstaculizar futuras investigaciones. Cabe recordar que la Consejera de Estado de Birmania Aung San SuuKyi, que es quien ejerce el liderazgo político, es premio Nobel de la Paz y está siendo criticada por permitir la limpieza étnica en el país. Amnistía Internacional ha documentado saqueos, incendios deliberados y demolición de viviendas y mezquitas rohingyas.

Tirana Hassan, directora de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional afirma lo siguiente: “lo que estamos viviendo en el estado de Rajine es una actividad de apropiación militar de tierras a una escala enorme. Se están construyendo nuevas bases para alojar a las mismas fuerzas de seguridad que han cometido crímenes de lesa humanidad contra rohingyas”.

https://www.youtube.com/watch?v=QPstSfhIwYg&has_verified=1

Mientras tanto continúa también la construcción de centros de recepción de personas refugiadas– que tienen por objeto “acoger” a la población rohingya que regrese de Bangladesh- pero estos centros están rodeados de vallas y junto a zonas con una fuerte presencia militar. Se teme que las autoridades de Myanmar tengan previsto alojar a las personas rohingyas en los centros por un largo periodo y restrinjan su libertad de circulación.

Amnistía Internacional tras los informes realizados sobre esta situación, y que adjuntamos a continuación, hace las siguientes peticiones:

  • Cese inmediato por parte del ejército de Myanmar de su campaña de violencia y violación de los derechos humanos contra la población civil;
  • Que las autoridades de Myanmar garanticen el acceso libre y sin restricciones a las organizaciones humanitarias internacionales, periodistas y observadores, garantizando también su seguridad;
  • Que garanticen a los y las refugiadas el regreso a sus hogares libremente y sin discriminación alguna;
  • Compromiso por parte del gobierno a reconstruir los pueblos destruidos por los combates;
  • Inicio de una investigación imparcial, independiente y eficaz de todo lo que ha acontecido;
  • Detención inmediata del uso de minas antipersona;
  • Condena por parte de Myanmar de toda apología de odio nacional.

Resumen Ejecutivo Informe Amnistía Internacional

 

Esta píldora informativa sobre la situación de la población rohingya ha sido realizada  gracias a la especial colaboración de Amnistía Internacional

*La campaña #DESPLAZADASPORELMUNDO ha sido realizada por el Grupo de Movilidad Humana de CONGDEX y financiado por AEXCID.

 

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