Comunicado Coordinadora Extremeña de ONGD con motivo del Día de las personas refugiadas

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LAS ONGD EXTREMEÑAS PIDEN RECONOCIMIENTO Y COMPROMISO CON LAS PERSONAS REFUGIADAS

La Coordinadora Extremeña de ONGD (CONGDEX), recuerda las obligaciones suscritas por el estado español y la UE en materia de refugio, y piden a la fiscalía y al “Comité extremeño contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia” que esté vigilante ante las posibles acciones o declaraciones que incitan al odio, como las alusiones expresadas en determinados medios de comunicación.

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El pasado fin de semana el barco Aquarius pudo finalmente desembarcar en un puerto de territorio español con 630 personas, entre las cuales se encontraban mujeres embarazadas y menores no acompañados.

Tras las disputas entre Italia y Malta para acoger el barco y dando con ello  la espalda a sus obligaciones internacionales, finalmente el nuevo gobierno de España decidió atender a esta emergencia humanitaria.

Las diferencias políticas entre los estados miembros de la Unión Europea en materia de acogida de personas refugiadas empiezan a tensarse cada vez más. Sigue sin haber acuerdo en cómo llevar a cabo los compromisos adquiridos, incumpliendo desde entonces con sus obligaciones y sin dar respuesta a esta crisis humanitaria.

Con los últimos acontecimientos, se abre un fuerte debate de cuál debe ser el papel que deben tener los países europeos ante esta crisis. Es difícil comprender entonces la escasa participación que ha habido en el  Parlamento europeo pues, a pesar de la complejidad de la situación y de todo el debate social, cuando se ha llevado a la cámara el debate sobre las emergencias humanitarias en el Mediterráneo, sólo cerca de un 10% de personas eurodiputadas acudieron al citado debate.

 

La situación de las personas refugiadas no sólo atañe a la frontera sur de Europa. En el Día de las personas refugiadas, queremos visibilizar que, en 2017, más de 70 millones de personas se encontraban desplazadas en el mundo, según el último Informe de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado. Desplazadas como consecuencia de las guerras, las persecuciones y la violación de derechos humanos. Siria,  Colombia, Afganistán, Irak, Sudán del Sur, Sudán, República Democrática del Congo, Somalia, Nigeria, Ucrania, Yemen, Sahara Occidental, son algunos de los ejemplos de países que encabezan el mayor número de personas refugiadas

Estamos ante una de las mayores crisis humanitarias desde  la 2ª Guerra Mundial, el aumento de conflictos y las consecuencias del cambio climático en los últimos años, ha provocado que las cifras lamentablemente se incrementen cada año que pasa.

El derecho internacional de las personas refugiadas y la responsabilidad que tienen los estados de otorgar protección internacional a las personas que tienen derecho a buscar asilo en cualquier país, (art.14 Declaración Universal de los Derechos Humanos), parece encontrarse en contradicción con los diferentes criterios que algunos países están aplicando en sus políticas migratorias.

Inversión Económica en políticas migratorias

Se está destinando más dinero a colocar frenos físicos (concertinas, muros..), al control militar de fronteras, que a poner en marcha políticas que garanticen el tratamiento digno de las personas y su integración, con el beneficio que esto supondría  también para la población de acogida.

Y es que, aunque parezca impensable que tras la acogida de personas refugiadas también existen intereses económicos, “algo se gana con todo esto”. Las medidas destinadas al control de los flujos migratorios tienen asociadas empresas privadas a su alrededor que son beneficiarias de fondos públicos para controlar los flujos migratorios. Empresas de tecnología ( informática, telefonía..) de infraestructuras (construcción y mantenimiento de vallas), gestión de centros (alimentación, salud, higiene), compañías aéreas (deportaciones, viajes de agentes de seguridad), son algunos de los ejemplos de los contratos públicos que se han venido realizando en los últimos años.

Viendo estos gastos y todo el dinero destinado a controlar y frenar, no podemos comprender cómo el anterior gobierno central ha dedicado los mínimos recursos económicos para llevar a cabo el programa nacional de acogida de personas refugiadas, no ha cumplido con el compromiso con la UE de número de personas de acogida, y ha excusado su apuesta por una política migratoria de integración y dotarla de los presupuestos necesarios. Sólo podemos pensar que ha sido un ejemplo más de recorte social dentro de la lista de políticas sociales que se han visto afectadas en los últimos años.

Lucha contra la xenofobia y el racismo emergente

Por otro lado, a las organizaciones sociales nos preocupa cómo emergen y se asientan ideologías cargadas de xenofobia y racismo, del individualismo más extremo, del “primero los de aquí”, en contraposición a la solidaridad, a la justicia social, y el bien común.

Ese mensaje, que abanderan algunos partidos políticos, está calando en cierta parte de la ciudadanía. Ya los habíamos visto anteriormente, pero al hilo de la noticia de Aquarius vuelven a surgir y confrontan a la ciudadanía.

La lucha por los derechos humanos de todas las personas en el mundo no va en contra de la defensa de políticas sociales en materia de educación, sanidad, vivienda, pensiones, pero estos argumentos mal infundados empiezan a introducirse en discursos, algunos de ellos promovidos por ciertos medios de comunicación.

Portadas de periódicos como la del ABC del pasado 17 de junio, hacen que se fomente desde algunos medios de comunicación la confrontación, el odio y condicionen negativamente a la opinión pública, frente a valores justicia social y solidaridad.

Desde la Coordinadora Extremeña de ONGD instamos a la  fiscalía y al Comité extremeño contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia a que estén vigilantes y tomen las medidas oportunas ante las posibles acciones o declaraciones que incitan al odio hacia las personas refugiadas.

Nosotras, como organizaciones sociales que trabajamos la educación para la ciudadanía global, sabemos que la educación y la cultura son las mejores herramientas para combatir la xenofobia y el racismo que amenaza con extenderse por toda Europa. Una educación que debe tener una perspectiva de ciudadanía activa, crítica y solidaria, y que parte del propio sistema educativo, de los centros educativos, pero también de los hogares, de los medios de comunicación, de la acción de calle, etc.

Es más necesario que nunca un compromiso global, para empezar a dar respuestas políticas a la situación que viven todas estas personas varadas por todo el mundo.

De lo que si somos conscientes es que con el abandono, el apartheid, los discursos xenófobos no damos solución a los problemas, y que el derecho de las personas refugiadas debe primar por encima de cualquier  interés económico, más teniendo en cuenta que muchos de estos intereses son los que han provocado la pobreza, las guerras y el desplazamiento forzado de muchas de estas personas.

Ante el momento que nos encontramos, estamos obligadas a abordar transformaciones profundas que demanden la justicia y la dignidad de las personas refugiadas, si queremos construir un futuro que incluya los derechos de toda la sociedad.

#Noteolvides.

En este ENLACE se encuentran las actividades que se llevarán a cabo en Extremadura para este día.

 

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