CONGO Y SUDÁN DEL SUR #DESPLAZADASPORELMUNDO

El África Subsahariana es la mayor región con personas refugiadas y desplazadas. Ocho de los diez países con la mayor proporción de personas refugiadas se encuentra en esa parte del mundo. Las cifras de ACNUR para 2017 nos revelan que la República Democrática del Congo  batió records en número de personas desplazadas internos (2,2 millones) y Sudán del Sur en número de personas que se vieron forzadas a refugiarse en otros países (más de 1 millón).

 

REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO

“La Republica Democratico del Congo es un pais en conflicto desde su independencia. Tierra de guerras y de conflictos que ocasionaron el exodo rural y la pérdida de los valores africanos como la hospitalidad y la solidaridad”. Willy Milayi, sacerdote congoleño.

La República Democrática del Congo (RDC) experimenta una compleja situación humanitaria resultado de conflictos armados y tensiones entre comunidades que han incrementado el número de personas en necesidad de asistencia humanitaria, así como afectados por brotes de enfermedades.

Actualmente, el principal foco de conflicto se sitúa en la región sureste del país (Kivu y Tanganica). Con más de 150 grupos, la situación de inseguridad ha provocado el desplazamiento masivo de la población, siendo las principales víctimas del conflicto las mujeres y los niños (3/4 partes de la población refugiada o desplazada). Al sur del país, en Kasai, escenario de un conflicto que se alargó cerca de un año, si bien se declaró el cese del fuego, la asistencia humanitaria es acuciante.

El informe “Tendencias Globales. Desplazamiento Forzado en 2017” de ACNUR refleja que la población de desplazadas internas en la RDC se duplicó en 2017, alcanzando los 4,4 millones. Además, 620.800 personas congoleñas eran refugiadas en otros países y 537.100 personas de terceros países habían llegado pidiendo refugio a RDC. La situación congoleña es principalmente rural: el 97% de las personas refugiadas y el 70% de las desplazadas internas se encuentran en emplazamientos rurales.

Un testimonio desde la cotidianidad en RDC

Una infancia violentada

Según datos de Unicef, en 2017,  más de 800.000 niñas y niños en RDC están desplazados por la violencia convirtiéndola en una de las peores crisis de desplazamiento del mundo para la infancia (el 54% de las refugiadas).

Niñas/os en situación de calle. Willy Milayi Balambel un sacerdote congoleño afincado en España, fundador de la asociación OSPED (obras sociales por la protección de los niños desfavorecidos), con quien he podido estar en contacto, dice que “solamente en la ciudad de Kinshasa, el  efectivo de los niños huérfanos y en situación de la calle es de más 20.000 niños. El 85% de los niños huérfanos y abandonados no van a la escuela. La situación socio-económica de estos niños es muy precaria, crítica y lamentable. Hay una ausencia de una políticas adecuadas de la toma de conciencia y cuidado de los niños”.

Las informaciones y datos de los que nos habla el padre Milayi vienen de Reejer, una asociación de RDC que trabaja en Kinshasha para prevenir el fenómeno de las y los “niños de la calles”-comúnmente llamados los phaseurs –, la protección y la promoción de los derechos de la infancia y adolescencia. Rejeer cuenta con unos 100 centros en los que se alojan y reciben formación alrededor de 6.000 menores.

Muchas de esas niñas/os huérfanas y abandonadas en la calle están considerados “niños brujos”. Esta realidad aparece muy bien recogida en Maman Colonelle (2017), documental del congoleño Dieudo Hamadi, que narra la actividad de la jefa de la unidad de policía en la región de Kisangani. Maman ofrece una salida a niños y niñas acusados de brujería y a las madres solteras violadas durante la guerra.

Menores soldado. En RDC, el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS, por sus siglas en inglés) trabaja para la mejora de las condiciones de vida de los niños afectados por los conflictos armados. Estas acciones consisten en la identificación y desmovilización de niños soldados, en el apoyo de la reunificación familiar, en el seguimiento y apoyo psicológico y en el fomento del acceso a la educación primaria y secundaria. Desde cuatro campos de personas refugiadas en Goma, trabajan con la principal población en riesgo de ser captada por los grupos armados: menores desplazados internos y/o refugiados.

Teo Corral, ex directora del JRS en Bambari (República Centroafricana)

SUDÁN DEL SUR

El país más joven del mundo lleva enfrentándose, desde su independencia de Sudán, a continuos conflictos y crisis humanitarias. Hace escasos días nos encontramos con la noticia de que los bandos en conflicto han accedido a firmar un nuevo acuerdo de paz y a formar un Gobierno de coalición que aglutine a los principales agentes políticos del país.

Esta contienda, que arrancó en diciembre de 2013, ha resultado en millones de personas forzosamente desplazadas y millones de afectadas por el hambre. Según datos de ACNUR, hasta julio de 2018, podemos hablar aproximadamente de 2,5 millones de personas refugiadas y 1,74 millones de desplazadas en el interior del país.

Aun esperando que este nuevo acuerdo de paz sea fructífero –al contrario de lo que ocurrió en 2015- el país se encuentra en una situación de crisis humanitaria, con hambrunas que asolan el país y un escaso acceso a recursos básicos de gran parte de la población.

El hambre

En Sudán del Sur, el hambre está causada por el ser humano y resultado del conflicto. A ello, se han ido uniendo las sequías y el miedo de los agricultores a salir a cultivar sus tierras, lo que ha resultado en una situación crítica de escasez de alimentos. El propio gobierno sur-sudanés declaró oficialmente, en febrero de 2017, que las hambrunas habían comenzado en partes del país.

Millones de personas pasan hambre y miles están en riesgo de morir de inanición. Según un informe de UNICEF de ese mismo año: “se prevé que el 47% de la población en Sudán del Sur se vea afectada por la escasez de alimentos y alrededor de  1,1 millones de niños/as sufran malnutrición severa”. Un estigma más para la población infantil en Sudán del Sur, que también se enfrenta al reclutamiento por grupos armados y, sobre todo las niñas, continua expuesta a la violencia sexual, el matrimonio forzoso y otros tipos de explotación.

Un desplazamiento forzoso sin precedentes

Según el informe “Tendencias Globales” de ACNUR,  la cifra de personas refugiadas en el África Subsahariana aumento en un 22% con respecto al año anterior, causado principalmente por  los conflictos y crisis humanitaria en Sudan del Sur, desde donde más de 1 millón de personas huyo principalmente a Sudan (475.500)  y Uganda (406.100). El mapa a continuación muestra las cifras referentes a los primeros 6 meses de 2018:

 

Un país vecino como es Uganda, paralelamente, se está viendo abocado a una crisis humanitaria por la llegada de personas refugiadas, sobre todo desde Sudán del Sur y República Democrática del Congo. Solo en 2017, Uganda recibió un total de 376.081 refugiadas y solicitantes de asilo.

Desde su Delegación en Extremadura, Entreculturas apoya especialmente el desarrollo de proyectos enfocados en la población refugiada y desplazada. En Sudán del Sur, este proyecto fomenta el acceso a la educación de jóvenes, niños y niñas, en Maban, y lo hace de la mando del JRS en Sudán del Sur. Desde 2013, el JRS trabaja en la región promoviendo la generación de capacidades y la formación de la población más vulnerable, intentando contribuir al bienestar de la población refugiada, desplazada interna y la comunidad de acogida proporcionando acceso a la educación y educación de calidad. En este contexto, la Educación es vista como medida para evitar el reclutamiento forzoso de menores y matrimonios adolescentes y, sobre todo, para preparar a las futuras generaciones para el diálogo y la negociación, en lugar de la violencia y las armas.

Entreculturas y el JRS-Sudán del Sur desarrollan 3 líneas de acción: acceso a educación infantil y básica de calidad para niños, niñas y jóvenes; equipamiento básico de la escuela y compra y distribución de material escolar; formación de docentes en estrategias de planificación, evaluación y gestión escolar.

 Una luz de esperanza

Alguien muy cercano me recomendó que, ante tanta negatividad y odio a los que nos vemos expuestos diariamente, hiciera el ejercicio de concluir el día con noticias positivas. Y como pienso, que las refugiadas no son ni números, ni pobrecitos, sino personas que persiguen un sueño y una vida digna, he querido terminar esta píldora informativa con relatos que encienden una luz de esperanza entre la oscuridad de las guerras y la tragedia humana.

Jomo y Rafa, jóvenes del JRS en Sudán del Sur:

 

Refugiados de Sudan del Sur en RDC crean un vivo y exitoso mercado

Refugiados ingeniosos y emprendedores de Sudán del Sur han montado un exitoso mercado en un lugar recóndito de la República Democrática del Congo.

Isaac Eli, 19 años, huyó de Sudán del Sur en agosto de 2017 y llegó a Meri (RDC) donde espera ganar dinero suficiente tocando con su banda, New System. Isaac se ha fabricado su propia guitarra. “Tocar música es nuestra única ocupación. Espero que un día ganemos dinero de ello” *(Traducción libre de noticia en web oficial de ACNUR)

 

Esta píldora informativa sobre la situación de la población de la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, ha sido realizada  gracias a la especial colaboración de Judith Santano Merchán con el apoyo de Fundación Entreculturas y la Asociación Gentinosina Social

    

La imagen de la portada de esta píldora “Campo de refugiadxs en Maban (Sudán del Sur)”  ha sido cedida por Entreculturas.
*La campaña #DESPLAZADASPORELMUNDO ha sido realizada por el Grupo de Movilidad Humana de CONGDEX y financiado por AEXCID.

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Imagen realizada por Junglajara

 

POBLACIÓN PALESTINA REFUGIADA_#DESPLAZADASPORELMUNDO

La población refugiada palestina es la mayor del mundo.  Siete millones viven en la diáspora y cinco millones residen en campos de refugiados de Gaza, Cisjordania, Jordania, Líbano, Siria e Irak.
Tres generaciones de palestinos y palestinas han vivido y viven a día de hoy bajo el estatus de personas refugiadas.

Desde NOVACT Extremadura (Instituto Internacional para la Acción Noviolenta) y AECOS (Asociación Extremeña de Comunicación Social) se han querido sumar a la campaña  #DESPLAZADASPORELMUNDO para mostrar el caso concreto de las personas refugiadas de Palestina a través de los ojos de dos fotógrafas: MaiSaki, fotoperiodista barcelonesa afincada en Badajoz, que viajó en mayo a los Territorios Palestinos Ocupados  y Esther Pérez Berenguer, fotoperiodista especializada en temáticas sociales y ONGD, que realizó estas imágenes para la organización SUDS.

A través de sus ojos queremos visibilizar el día a día de tres generaciones de palestinos y palestinas que han tenido que adaptar sus vidas a una situación de personas refugiadas que se prolonga ya 70 años.

Una población que vive en condiciones de hacinamiento, de manera insegura, sin agua ni electricidad continua, bajo una ocupación impuesta por el Estado de Israel, que facilita la expansión de asentamientos judíos ilegales bajo el Derecho Internacional Humanitario y la Convención de Ginebra.

Un estado de apartheid  que viola los derechos humanos y las libertades de la población palestina y que consta, entre otras cosas, de un muro de 700 kilómetros, de 400 kilómetros de carreteras de uso exclusivo israelí, de torres de vigilancia y puntos de control.

El pueblo palestino es, sin embargo, un ejemplo de resiliencia y de resistencia civil noviolenta. A pesar de que Defensores y Defensoras de Derechos Humanos sean violentamente reprimidos, e incluso asesinados.

A pesar de todo ello, la población palestina está determinada a luchar por sus derechos y por una justicia real y duradera.

Esta píldora informativa sobre la situación de la población refugiada palestina ha sido realizada  gracias a la especial colaboración de NOVACT Extremadura (Instituto Internacional para la Acción Noviolenta), AECOS (Asociación Extremeña de Comunicación Social).

(Fotografía: Mai Saki)

    

Ambas organizaciones se encuentran trabajando en el proyecto “Construcción de Paz y Noviolencia: Defensores y defensoras de Derechos Humanos (DDHH) en acción”financiado por AEXCID, que pretende reforzar la protección de los derechos humanos de los defensores y defensoras a través del empoderamiento de mujeres defensoras y el refuerzo y promoción de la sociedad civil y el estado de derecho en los Territorios Ocupados Palestinos, en el área C de Cisjordania (específicamente los campos de refugiados de Al Arroub y Jalazoon) y la franja de Gaza, donde la población sufre la ocupación militar israelí con sus consecuentes limitaciones de movimiento, recursos hídricos y agrícolas, así como violaciones sistemáticas del Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos. El proyecto también cuenta con una parte de incidencia social y política en Extremadura, que se materializa en el proceso de activación de una red de organizaciones de la sociedad civil extremeña con el fin de potenciar los esfuerzos de construcción de paz en Palestina y fortalecer las alianzas de solidaridad internacional.
*La campaña #DESPLAZADASPORELMUNDO ha sido realizada por el Grupo de Movilidad Humana de CONGDEX y financiado por AEXCID.

  (Imagen realizada por JUNGLAJARA)

 

COLOMBIA_DESPLAZAMIENTOS FORZADOS INTERNOS #DESPLAZADASPORELMUNDO

Dentro de la campaña #DESPLAZADASPORELMUNDO, en esta ocasión os traemos información sobre los desplazamientos forzados internos en Colombia, el primer país con más personas víctimas del desplazamiento forzado interno. De acuerdo con las Naciones Unidas para los Refugiados- ACNUR-,  cerca de 7 millones 400 mil personas han sido obligadas a dejar su lugar de residencia porque su vida e integridad física estaban en riesgo.

Para las que os guste más VER no os podeís perder el video que nos ha preparado la Plataforma Extremeña de solidaridad con Colombia.

Para las que queráis LEER detenidamente y ampliar información aquí os dejamos toda la píldora informativa completa:

El desplazamiento forzado interno es una de las consecuencias más dramáticas del conflicto armado colombiano, en el que se mezclan la disputa militar por el dominio territorial con los intereses económicos sobre los recursos naturales existentes en esos territorios.

En Colombia, la tenencia de la tierra tiene mucha importancia económica; Los intereses sobre la propiedad de la tierra han causado lógicas de acumulación y disputa de la misma

Tomado de: Telesur. Infografía desplazamiento interno en Colombia.

Existen tres factores que lo explican:

1.Extractivismo

 

Las empresas extractivistas, agroindustriales o minero energéticas necesitan controlar la explotación de los recursos del suelo y subsuelo. La defensa que las comunidades  hacen de sus territorios se convierte en obstáculo para esos negocios.

 

Imagen tomada de: bloglemu.blogspot.com

Aunque la lucha por la tierra a través de la violencia data desde la época del primer desembarco español en América Latina, en  la década de los 90’s, las políticas neoliberales facilitaron las inversiones transnacionales y con ello, el interés de las grandes empresas multinacionales por apropiarse de  los recursos naturales para realizar megaproyectos en los sectores agrícola, industrial, minero energético, turístico, portuario y vial, principalmente.

De acuerdo con el Observatorio de Multinacionales en America Latina, empresas como “Harken Energy, Cemex, Holcim, BHP Billiton, Angloamerican, Drummond, Chiquita Brands, Oxy, Repsol, BP y Unión Fenosa, entre otras, son cómplices del desplazamiento al financiar y prestar sus instalaciones a los grupos paramilitares que amenazaron y masacraron a miles de sindicalistas, y a las comunidades afrodescendientes, indígenas y campesinas”.

La Taula Catalana por la paz y los derechos humanos en Colombia ha publicado una investigación sobre la responsabilidad de la empresa Grup TCB en la vulneración a los derechos humanos en una zona del pacifico colombiano llamada Buenaventura.

2. Narcotráfico:

Los actores que se financian del narcotráfico requieren el control de la tierra para garantizar la siembra de la planta de coca. Campesinos y campesinas se ven obligadas a vivir de la siembra y recolección de coca para su subsistencia, debido al abandono por parte del Estado.

Como lo explica el Veredicto del Tribunal Permanente de Opinión sobre desplazamiento forzado en Colombia, realizado en noviembre de 2007 en Bogotá:

“Desde medianos de los 80’s, los narcotraficantes colombianos decidieron traer sus divisas (dólares) al país y lavarlas mediante la compra de grandes extensiones de las mejores tierras. En general, bienes baldíos de cuyas mejoras o posesiones se apropiaron de manera ilegítima e ilícita mediante diferentes modalidades de despojo, siempre acudiendo a la intimidación o a la eliminación. Los carteles del narcotráfico junto a sectores de la oligarquía del país, de la clase política y las fuerzas militares, crearon una nueva versión del paramilitarismo, estas últimas le ofrecieron apoyo y entrenamiento afirmando que era necesario luchar contra la insurgencia”.

Ante el abandono estatal y las presiones de los grupos narcotraficantes, muchas comunidades de las zonas rurales, especialmente campesinas, se vieron obligadas a sembrar y recolectar la hoja de coca, como único medio de subsistencia. Pese a que la remuneración por la siembra y recolección era bajo, a campesinos y campesinas se les castiga con penas iguales a las de los grandes narcotraficantes.

3. Latifundios

La concentración de la tierra en pocas manos es reconocida como una de las principales causas originadoras del conflicto armado vivido en ese país durante más de 50 años. La apropiación ilícita de la tierra promovió una fuerte concentración y transformación de su uso. Grandes extensiones de tierra que eran aptas para la agricultura y los bosques, fueron despojadas para destinarlas al uso exclusivo de la ganadería.

Los únicos beneficiados fueron los grandes terratenientes, dejando al campesinado, indígenas y afrodescendientes sin posibilidad de cultivar la tierra para su propia subsistencia.

El 0.4% de los propietarios son dueños del 60% de la mejor tierra cultivable en Colombia, mientras el 44,7% del campesinado vive en la pobreza.

 

PERO…¿QUÉ REPRESENTA EL DESPLAZAMIENTO FORZADO PARA QUIEN LO VIVE?

 

Documental Gráfico “Pueblo sin Tierra”. Duración 7’54 ”. Centro Nacional de Memoria Histórica. Colombia.

El  Desplazamiento Forzado Interno en el Acuerdo de Paz

En el Acuerdo de Paz firmado por el Estado colombiano y la ex guerrilla de las Farc, se ha creado la Jurisdicción Especial para la Paz o JEP como instancia judicial para lograr la satisfacción del derecho que tienen las víctimas a obtener Justicia por los hechos ocurridos durante el conflicto armado.

En esta Jurisdicción Especial para la Paz, el desplazamiento forzado es una de las tipologías de delito más relevantes y complejas, en tanto configuran una diversidad de perpetradores con una multiplicidad de impactos en la población perjudicada. Por ello, en el Acuerdo de Paz se habla que la construcción de paz en Colombia debe hacerse teniendo en cuenta los enfoques territorial y diferenciales.

 Los Enfoques diferenciales para la solución del Desplazamiento Forzado Interno

La reparación de los impactos ocasionados por el desplazamiento forzado requiere el diseño y aplicación de políticas públicas con enfoque diferencial, que permitan el reconocimiento y la atención de particularidades y características propias de los diversos sectores de la población.

La población desplazada no puede ser atendida de manera uniforme, en tanto en Colombia existe una diversidad de personas y comunidades que se encuentran en una condición especial de vulnerabilidad, tanto por las condiciones sociales y económicas a las que históricamente se han visto sometidas, como por su especial impacto en la violencia padecida durante el conflicto armado.

Es por ello que el Acuerdo de Paz firmado entre el Estado colombiano y la exguerrilla de las Farc, contempla el enfoque diferencial y de género para establecer medidas especificas que respondan a los impactos diferenciales sufridos por la población.

1.Enfoque étnico:

El despojo sufrido por las comunidades ha afectado de manera especial a los pueblos indígenas y afrodescendientes. De los 102 pueblos indígenas existentes en Colombia, 18 están en riesgo de desaparecer. La población indígena representa el 3.43% de la población nacional y el 2% de la población víctima del desplazamiento forzado. Por su parte, las comunidades negras, afro colombianas, raizales y palenqueras representan el 10% de la población del país y el 11% del total de víctimas del desplazamiento forzado.  La pérdida de sus territorios lleva implícita la negación de sus derechos colectivos a la vida en comunidad, la pervivencia de su cultura e identidad, es decir, al libre ejercicio de sus cosmogonías y buen vivir.

Imagen tomada de: https://forjandopaz.org/caja-de-herramientas/

2.Enfoque de orientación sexual e identidad de género:

El movimiento por los derechos LGTBI ha demostrado que en el marco del conflicto armado, las personas con orientación sexual e identidad de género diversa, han sido atacadas de manera desproporcional. Respecto al desplazamiento forzado el sistema registra a más de 1.600 personas que fueron obligadas a abandonar sus lugares de residencia en razón de su orientación sexual. Con una vulnerabilidad muy específica en la población rural.

 

3.Enfoque de Género:

El impacto del desplazamiento forzado sufrido por las mujeres colombianas es significativo. Según datos de la Unidad de Víctimas, hasta julio de 2018 hay registradas 3.775.577 mujeres víctimas del desplazamiento forzado, frente a 3.589.334 hombres.

A las situaciones de desigualdad sufridas por razón del género, se suman las vividas por las mujeres rurales quienes enfrentan condiciones sociales y económicas críticas para el desarrollo de sus derechos y atención a sus necesidades fundamentales. Las mujeres rurales alcanzan altos índices de pobreza que se vieron acrecentados con el despojo de sus tierras.

“La restitución de tierras es una medida reparativa, que en el caso de las mujeres debe contener un enfoque transformador, esto es, una restitución que busque transformar las condiciones previas, subvirtiendo las situaciones anteriores que ponía la tierra exclusivamente en manos de los hombres”.

Para aprender más:

Informe Nacional del Desplazamiento Forzado en Colombia, realizado por el Centro Nacional de Memoria Histórica, Bogotá

El Arte por el derecho a la tierra

 – Video: Huellas: Mi Cuerpo, Mi Casa – Dramaturgia y Dirección: Patricia Ariza

– Documental: Refugiados en su propio suelo: Producciones el Retorno

Poesía:

– Música:

Tocó Cantar, capitulo 1.

Tocó Cantar, capitulo 2.

Tocó Cantar, capítulo 3.

 

Esta píldora informativa sobre la situación de los desplazamientos forzados en Colombia ha sido realizada gracias a la especial colaboración de Asociacion Ayujara, Asociación Extremeña de comunicación social (AECOS) y Plataforma Extremeña de solidaridad con Colombia.

 

*La campaña #DESPLAZADASPORELMUNDO ha sido realizada por el Grupo de Movilidad Humana de CONGDEX y financiado por AEXCID.

Imagen realizada por Junglajara

 

 

LA POBLACIÓN ROHINGYA EN #DESPLAZADASPORELMUNDO

En #DESPLAZADASPORELMUNDO nos trasladamos a Myanmar ( “Birmania”), un país de aproximadamente 52 millones de habitantes que vive inmerso en la violencia sectaria desde hace años hacia la población del grupo étnico rohingya.

La población rohingya forma un grupo étnico, nativo de la región, de alrededor de un millón de personas que se sitúan mayoritariamente en el estado de Rajine, antes conocido como Arakan, en el oeste de Birmania.

A pesar de vivir durante décadas en territorio birmano el estado les considera como migrantes musulmanes de Bangladesh, país vecino, que cruzaron a Myanmar durante la ocupación británica, con lo cual son tratados como inmigrantes bengalíes. El Estado birmano no les considera como ciudadanos de Myanmar y además no tienen reconocimiento como grupo étnico. Ser rohingya además supone no tener libertad de movimiento.

El grupo rohingya profesa la religión musulmana, a diferencia del 90% de la población birmana, que profesa el budismo y es por ello que es perseguido. La ONU lo ha llegado a describir como un pueblo “sin estado” y “virtualmente sin amigos” ni en su continente.

Desde 2012 se han agudizado los eventos de violencia y persecución política contra esta población por lo que miles de rohingya han decidido irse a otros países por tierra o bote, con los peligros que esto supone.

Las autoridades de Myanmar emprendieron una terrible campaña de limpieza étnica hace casi un año, el 25 de agosto de 2017, como respuesta a los ataques del grupo armado Ejército de Salvación Rohingya de Arakán la cual provocó numerosas muertes y desplazamientos. Según datos de la ONU el número de personas refugiadas en Bangladesh superó las 700.000 desde el 25 de agosto de 2017.

En Bangladesh las personas refugiadas rohingyas viven en condiciones muy precarias, dependiendo de organizaciones no gubernamentales que les presta ayuda humanitaria. Además a estas condiciones de vida infrahumanas se le suma el paso de monzones por la zona, lo cual provoca la inundación de los campos de refugiados/as en los que viven.

Desde enero 2018 se han intensificado las demoliciones de pueblos rohingyas en el estado de Rajine para construir nuevas estructuras para las fuerzas de seguridad, carreteras, etc, lo que reduce las probabilidades de que las personas refugiadas regresen a sus hogares. Actualmente el paisaje es irreconocible y se teme que las autoridades estén destruyendo pruebas de crímenes de lesa humanidad cometidos contra la población rohingya, lo cual podría obstaculizar futuras investigaciones. Cabe recordar que la Consejera de Estado de Birmania Aung San SuuKyi, que es quien ejerce el liderazgo político, es premio Nobel de la Paz y está siendo criticada por permitir la limpieza étnica en el país. Amnistía Internacional ha documentado saqueos, incendios deliberados y demolición de viviendas y mezquitas rohingyas.

Tirana Hassan, directora de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional afirma lo siguiente: “lo que estamos viviendo en el estado de Rajine es una actividad de apropiación militar de tierras a una escala enorme. Se están construyendo nuevas bases para alojar a las mismas fuerzas de seguridad que han cometido crímenes de lesa humanidad contra rohingyas”.

https://www.youtube.com/watch?v=QPstSfhIwYg&has_verified=1

Mientras tanto continúa también la construcción de centros de recepción de personas refugiadas– que tienen por objeto “acoger” a la población rohingya que regrese de Bangladesh- pero estos centros están rodeados de vallas y junto a zonas con una fuerte presencia militar. Se teme que las autoridades de Myanmar tengan previsto alojar a las personas rohingyas en los centros por un largo periodo y restrinjan su libertad de circulación.

Amnistía Internacional tras los informes realizados sobre esta situación, y que adjuntamos a continuación, hace las siguientes peticiones:

  • Cese inmediato por parte del ejército de Myanmar de su campaña de violencia y violación de los derechos humanos contra la población civil;
  • Que las autoridades de Myanmar garanticen el acceso libre y sin restricciones a las organizaciones humanitarias internacionales, periodistas y observadores, garantizando también su seguridad;
  • Que garanticen a los y las refugiadas el regreso a sus hogares libremente y sin discriminación alguna;
  • Compromiso por parte del gobierno a reconstruir los pueblos destruidos por los combates;
  • Inicio de una investigación imparcial, independiente y eficaz de todo lo que ha acontecido;
  • Detención inmediata del uso de minas antipersona;
  • Condena por parte de Myanmar de toda apología de odio nacional.

Resumen Ejecutivo Informe Amnistía Internacional

 

Esta píldora informativa sobre la situación de la población rohingya ha sido realizada  gracias a la especial colaboración de Amnistía Internacional

*La campaña #DESPLAZADASPORELMUNDO ha sido realizada por el Grupo de Movilidad Humana de CONGDEX y financiado por AEXCID.

 

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